“El periodista ha sido bajado del escenario y comparte el espacio de platea con el resto de la humanidad”
Enric Sierra, periodista nacido en Arenys de Mar, ha trabajado para numerosos medios escritos y audiovisuales como: El Punt, El Correo Catalán, Cadena 13, Agencia EFE, TVE, Diari Avui... Actualmente, es el responsable editorial del soporte web de LaVanguardia.com. Además, es redactor jefe adjunto al director en el periódico de papel.
Buenas tardes, Enric. Qué le parece si, para empezar, nos explica, dentro de LA VANGUARDIA, ¿cuál es su función dentro de los procesos de elaboración de una notícia?
Por un lado, soy el responsable de las noticias que entran, pero no estoy constantemente diciendo “esta noticia sí, ésta no”, sino que delego funciones a los redactores jefes y, éstos, a los jefes de sección. Además, también marcamos la línea editorial, orientamos y proponemos sobre cuáles son los temas que a La Vanguardia interesa más, la forma de titular, revisar que esté todo bien hecho…
Dentro de estos procesos, entre redactores, por ejemplo, ¿existe flexibilidad entre la diferentes secciones?
Desde luego. Ahora con la crisis se ve muy claramente. Hay decisiones políticas que afectan a la economía y cuestiones económicas que afectan a la política. Por lo tanto, estas dos secciones están constantemente en comunicación. Y, así, en muchas cosas. Por ejemplo, el día de Sant Jordi, es, en si mismo, una fiesta social, cultural y relacionada con la política. Por lo tanto, en el diario de papel, aparece en tres secciones diferentes.
¿Observa entre los reporteros de la misma organización cierta competencia?
Desde luego. El periodista es también un artista y quiere ser la vedette. Si ha conseguido una información, le gusta triunfar. Si uno se ve capaz de llevar adelante la noticia, bien, pero si no, tiene que ser honesto y decir, “mira, oye, hagámoslo juntos” o, “yo te lo explico y tira adelante”. Ésto, por ejemplo, en mi caso es cada día. Yo me entero de muchas cosas por mi posición. Entonces, yo las traslado a mi redacción y son mis redactores los que luego acaban firmando las noticias, no yo.
Y con la competencia, ¿hay algún tipo de información que se puede compartir?
Es muy difícil. Pero sí que es verdad que, por ejemplo, cuando una persona se dedica a los tribunales y ha compartido muchas horas de espera en los juzgados con compañeros de otros medios, al final, se crea una cierta amistad. Uno le puede decir al otro “escucha, he de ir al médico, por qué no me avisas si…”, y el otro le avisa. Pero, al final, siempre hay aquellas ganas de ser el primero en dar la noticia. Si una noticia la tiene todo el mundo, puedes compartirla. Ahora, si es una información que te han dicho sólo a ti, no se la dirás a un compañero, por mucho que haya ido al médico.
¿Cómo cree que la necesidad de ser los primeros afecta a la credibilidad de la noticia?
Efectivamente, hay un problema. El periódico de papel tiene un “tempo”, tiene mucho más rato para terminar de contrastar la información que la radio, Internet o la televisión. En Internet, la presión por ser el más rápido es muy alta, y es proporcional al riesgo de equivocarse. Y ésto, es una reflexión que tenemos que hacer todos: antes de publicar una cosa, tenerla bien trabajada. Y aunque es un principio del periodismo, solemos tener problemas.
¿Cómo definiría el tipo de público actual?
La sociedad quiere tener información constante y quiere saber qué hace el amigo, el vecino, la novia… Y, por extensión, qué pasa a la ciudad, en el país y en el mundo. Esto provoca una alimentación constante de información y obliga a los medios a generar cantidades ingentes de ésta. Hoy, es más importante que nunca el periodismo: el público necesita que haya alguien que le ordene toda la cantidad de información que le llega, que la jerarquice, que la ordene por interés y prioridad y que se la explique bien… Y, éste, es el oficio del periodista.
¿Cómo cree que afecta la existencia de espacios virtuales análogos al periódico, donde los internautas pueden interactuar con cada noticia?
Aquí entran dos filosofías. La filosofía “viejuna”, el periodista que se sentía vedette y donde él era el único que podía subir al escenario. Y yo, que desde hace muchos años, sostengo que el periodista ha sido bajado del escenario y comparte el espacio de platea con el resto de la humanidad. Se tiene que ser honrado y consciente de que la gente puede saber mucho más que tú. Se tiene que aprovechar esta sinergia con los usuarios.
¿Cómo cree que influye el repertorio de temas de los que habla la prensa en los temas que después se hablan en la calle?
Los medios continúan marcando el debate de la gente. Sólo hace falta salir a la calle y ver de qué habla la gente. Y, al revés, también, si tú pones el oído en una noticia en la web donde hay doscientos comentarios y te los lees, verás por dónde está yendo el debate. Tú te aprovechas de ésto y lo relacionas con aquello que está creando interés.
Mirando hacia adelante… ¿cómo ve el futuro de la prensa en papel?
Complicado. Las nuevas generaciones, las puras tecnológicas han creado hábitos de acceso a la información que hace al papel prescindible y, en algunos casos, obsoleto. El papel sobrevivirá pero ha de hacer una transformación en cuanto al contenido. La reflexión tiene que ser: esas marcas que supieron vender credibilidad, rigor y una serie de valores bajo su marca, no han de tener miedo a continuar dando información de otra forma. La Coca-Cola es Coca-Cola en lata, en botella de cristal o en botella de plástico. Da igual cómo te la tomes, es Coca-Cola. Entonces es lo mismo: tú dame información y dámela buena, contrastada, que interese… y me da igual cómo me la empaquetes, porque yo me la creo a La Vanguardia, ya sea en radio, televisión, en prensa escrita, o en web.
Noemí Carnicero Sans
06/05/2012
Está genial. Después de varios intentos, la he tenido que leer aquí! 😉
Muy interesante. Aunque se me ha hecho corta.
Jajajaja muchas gracias. Sé que es corta, pero estaba limitada a 2 páginas. Me rebané los sesos para sintetizar y eliminar frases. ¡Todo me parecía interesante! Gracias por comentar.