«Todos somos creativos, lo que pasa es que enfocamos nuestra creatividad de distinta manera y en distintos ámbitos»

Elisabet Baurier. Nacida en Vic en 1977. Redactora publicitaria, consultora en la UOC y creadora de la editorial infantil Vabau. Su proyecto creativo Vabau ha sido premiado por la Cambra de Comerç de Barcelona al proyecto más innovador (2010), finalista en los Premis Disseny per al Reciclatge (2011) y en los premios Art Books Wanted de Editon Lidu (2012).

Buenos días, Elisabet. Según tu opinión y experiencia, ¿qué es para ti la publicidad?
Es mi modus vivendi, así que mi visión de la publicidad es más práctica que teórica. Yo la entiendo como el oficio de crear mensajes -visuales, sonoros, escritos-  en nombre de un emisor que los quiere hacer llegar a un receptor concreto. Los publicistas somos intermediarios. Escuchamos lo que el anunciante quiere decir y lo transformamos en un mensaje atractivo para sus clientes. No somos artistas ni creamos gratuitamente, siempre hay un objetivo comunicativo detrás. Pero a menudo utilizamos técnicas artísticas para que los mensajes sean lo más estéticos y agradables posible para el público. 

¿Qué momentos vive la publicidad de hoy en día? ¿A qué retos se enfrenta?
Actualmente la publicidad está en horas bajas. Pero esto no significa que la creatividad también lo esté. Los anunciantes trabajan cada vez con presupuestos más ajustados, se tiende a reutilizar campañas, a recortar medios, a internalizar procesos. Y en contrapartida los publicistas tenemos que buscar soluciones ingeniosas para trasmitir lo mismo que antes con menos recursos. Eso nos obliga a ser más creativos que nunca y a encontrar nuevas formas de conseguir notoriedad. La publicidad convencional en medios convencionales es cada vez menos eficaz. El reto es encontrar nuevos canales que nos permitan captar la atención del público y conseguir que interactúe con la marca. Para mí la clave está en internet, las nuevas tecnologías y las acciones de guerrilla. Tres actores montando una buena performance en la calle pueden generar una viralidad y notoriedad enormes. Que una marca consiga empatizar con el público es mucho más fácil que antes, lo difícil es ofrecer a este público un discurso lo suficientemente bueno y honesto como para que los seguidores no te abandonen. 

¿Qué opinas acerca de quienes creen que el objetivo de la publicidad es manipularnos? ¿Añadirías algo en su beneficio?
La publicidad lo único que hace es presentar productos y servicios de una forma amena y atractiva para el público a quien van dirigidos. A partir de aquí cada uno es libre de elegir o no elegir estos productos y servicios. Evidentemente la publicidad tiene que ser veraz y existen mecanismos de control que garantizan que así sea. 

¿Cómo sería el mundo de hoy sin publicidad?
¡Muy aburrido! Y lleno de productos similares, sin valor añadido. 

De hecho, aún sin llamarse publicidad como tal, desde el siglo XI se ha usado el arte de convencer y persuadir para vender los propios productos anunciando las maravillas de éstos. ¿Podría decirse entonces que la publicidad nace de la necesidad de supervivencia?
Nace de la necesidad de interrelacionarnos y comunicarnos dentro de una sociedad basada en el intercambio. “Yo tengo esto y te lo ofrezco de la mejor manera”. Cuando queremos gustar a alguien nos presentamos con nuestra mejor sonrisa, por lo tanto es normal que a medida que los pequeños productores empezaron a comercializar sus productos los presentasen al público mostrando sus mejores virtudes. 


Relacionándolo con lo anterior, se dice que el hambre agudiza el ingenio. ¿Crees que, para sobrevivir en plena crisis, es imprescindible destacar?
Comunicativamente sí. Las ideas originales son las que realmente llegan a la gente. Estamos cansados de ver y oír siempre “más de lo mismo”. No hace falta que me cuentes literalmente que eres una entidad bancaria diferente -cosa que no me voy a creer-, ponme a personajes hablando sobre el cambio y el mensaje me llegará mucho mejor.

Focalizándonos más en ti, ¿cuáles son tus tareas prácticas, como redactora publicista freelance?
Mi trabajo consiste en conceptualizar y redactar todo tipo de textos para soportes publicitarios on line y off line. Trabajo tanto para anunciantes directamente como para estudios de diseño y agencias de publicidad. Hablo con los clientes, averiguo qué quieren comunicar y me ocupo de transformarlo en palabras. Una vez el cliente da el ok a los textos los entrego a los diseñadores que se ocupan de maquetarlos e integrar en las diferentes piezas gráficas que pueden ser desde un catálogo hasta una web o la etiqueta de un producto. Me paso el día escribiendo, reescribiendo, borrando y volviendo a escribir. 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Dentro del proceso creativo lo que más me gusta es trabajar la idea que determinará una campaña o una pieza concreta. Cuando intuyes haber encontrado un buen concepto y empiezas a redactarlo y a aplicarlo en soportes concretos y constatas que aquel concepto “aguanta”, tiene solidez y se entiende la sensación es muy reconfortante. 

Una persona creativa ¿nace o se hace?
Para mí la creatividad es algo innato en cada persona. Todos somos creativos, lo que pasa es que enfocamos nuestra creatividad de distinta manera y en distintos ámbitos. Hay quien es creativo cocinando, quien lo es jugando al futbol y quien lo es haciendo fotos, escribiendo, diseñando o conceptualizando campañas publicitarias. La base está allí y evidentemente podemos trabajarla, agilizarla y potenciarla. La creatividad mejora cuando más se utiliza. 

Hablando de creatividad… Tú la has llevado a la práctica mediante un proyecto editorial muy curioso: Vabau. ¿De qué se trata?
Vabau es una pequeña editorial infantil de cuentos elaborados con materiales reciclados y hechos a mano. La creamos en 2009 con mi hermano Antoni, que es ilustrador, y Marta, que es diseñadora. Yo me dedico a escribir los cuentos y a llevar a cabo su difusión.

¿Qué convierte en especiales a los cuentos Vabau?
El hecho de que los cuentos van siempre acompañados de sus protagonistas ya sea en forma de muñecos de trapo, como es el caso de nuestros dos primeros títulos, o de cartón, como en nuestro cuento de la Jirafa Paticorta. Así los niños pueden interactuar con ellos al mismo tiempo que leen. La idea es que los protas de las historias traspasen el papel para estar con los pequeños lectores. Por otro lado, también intentamos recuperar los momentos de lectura entre los peques y sus papás, mamás o educadores: mientras el adulto lee el cuento puede utilizar el muñeco parar interactuar con el niño o niña utilizándolo a modo de títere.

¿Cuándo y por qué nació esta idea? 
Nació en 2009 de una forma un poco curiosa. Un buen día haciendo pruebas con mi máquina de coser cosí un muñeco que me pareció precioso. Se lo enseñé a mi hermano y le propuse que me ilustrara una pequeña etiqueta en la que yo escribiría la historia del muñeco. Quería hacer unos cuantos para regalar a familiares y amigos. Mi hermano aceptó y a medida que lo íbamos preparando nos dimos cuenta de que detrás de aquello podía haber un proyecto interesante. Así fue como la etiqueta se convirtió en un cuento y el muñeco en un detalle que lo acompañaba.
Además, donde yo trabajaba en aquel momento las cosas no iban muy bien y visualizar el proyecto Vabau fue el detonante que me animó a plantarme por mi cuenta y dedicarme a una doble actividad creativa: por un lado la edición de cuentos y por el otro la publicidad como freelance.

Vabau debe brindaros un sinfín de satisfacciones…
Cada vez que recibimos un correo electrónico de alguien a quien le ha gustado uno de nuestros cuentos nos sentimos absolutamente recompensados. Con los cuentos personalizados es muy emotivo porque los receptores de los cuentos suelen recibirlos como regalo sorpresa y cuando nos cuentan la ilusión que les ha hecho el regalo para nosotros es un éxito. En algunas ocasiones nos hemos encontrado con niños que llevan su animal Vabau con ellos o hemos visto animales nuestros decorando cochecitos e incluso retrovisores. Es muy emocionante pensar el proceso que ha pasado aquel animal desde que era una camisa hasta que  ha llegado hasta allí. Trabajamos muy duro y ver que desde fuera lo valoran nos anima a seguir.

Cuéntame algo más sobre los cuentos personalizados.
Son cuentos que hacemos por encargo. Los acompañamos de un animal de trapo cosido a partir de una prenda que para el lector sea especial, hemos hecho con camisetas, botas, peleles de recién nacido, batas de escuela e incluso monos de mecánico. Cuando nos llega la ropa enviamos al cliente un “test psico-textil” que nos sirve para conocer mejor a la persona que recibirá el cuento y así lo podemos personalizar al máximo. Tanto la ilustración como el texto los creamos desde cero en cada caso. Así el cuento es único y exclusivo para aquella persona.  

¿Dónde se pueden comprar los cuentos Vabau?
En nuestra tienda online (vabau.bigcartel.com) y en librerías especializadas en literatura infantil y también tiendas de cosas hechas a mano y objetos de diseño. 

¿Y los personalizados?
Éstos se encargan contactando directamente con Vabau a través de nuestra web.

Vabau en una palabra.
Pasión.

¿Y la publicidad?
Trabajo.

vabau.com
vabau.blogspot.com
facebook.com/vabau


Noemí Carnicero Sans

05/03/13

Si crees que, por tu trabajo o proyecto (y similitud con los valores del blog), mereces una entrevista… contacta conmigo a través de ncarnisa@gmail.com.

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