LUCÍA PEREZ VALERO

«La calle te va haciendo a ti el reportaje, no al revés.»

Nacida el 1 de octubre de 1983, en Martos (Jaén). Estudió periodismo para cambiar el mundo, pero el mundo la cambió a ella. Ha sido redactora en La Sexta, en Telecinco y en Informativos Telemadrid. Además, también se ha abierto camino como reportera en Comando Actualidad, en Callejeros Viajeros y en Más vale tarde, de la Sexta, donde podemos encontrarla actualmente. Una periodista que se fusiona con su faceta más humana, y que la convierte en una profesional motivada, optimista y cercana.

-Lucía, ¿por qué Periodismo?
Periodismo era la única opción. Si no hubiera sido periodista no podría haber sido otra cosa (¡de verdad!) De pequeña quería ser astronauta para ir a la luna y ver que había en el otro lado, en el que no se ve, pero como tengo vértigo tuve que descartar esta opción jajajaj. Con los años alguien me dijo que lo que quería era ser periodista, para ir a la luna, ver que había en el otro lado y volver para contarlo.

-¿Has encontrado en esta profesión lo que buscabas?
He encontrado muchas más cosas de las que buscaba. Esta profesión me ha hecho ser quien soy, siempre digo que yo quería ser periodista para cambiar el mundo pero que él me cambió a mí. Y es cierto. El periodismo me ha dado mucho más de lo que me ha quitado y cualquier sacrificio por él merece la pena. He vivido tantas experiencias, he conocido tantos lugares y tantas personas… que eso enriquece tu vida de un modo increíble.

-¿Existe algún aspecto del Periodismo que, tras ejercer en el sector, te haya decepcionado?
Nada de lo que he hecho, hasta ahora, me ha decepcionado. Me puede haber gustado más o menos la experiencia, pero créeme si te digo que de todas he sacado algo. Bueno o malo de todo se aprende. Y que conste que, como en cualquier trabajo tiene sus contras, el problema es que estás hablando con una loca de esta profesión y quitarme la ilusión o decepcionarme es complicado.

-Tus primeros pasos los das de la mano de LA SEXTA NOTICIAS. ¿Qué es lo que más te sorprende de tu trabajo en tus inicios?
Los inicios siempre son bonitos… lo recuerdo con mucho cariño, porque era el descubrimiento de algo nuevo, estaba llena de sueños e ilusiones y era un torbellino desbordante de energía jajajaja, demasiada quizás. Todo me sorprendía… intenté empaparme de todo y aprender de la gente que me rodeaba, a muchos de ellos les sigo admirando.

-¿Cuál ha sido tu función en los programas de informativos en los que has trabajado? (La sexta noticias, informativos Telecinco, telemadrid informativos…)
Estar pegada a la actualidad, a lo que sucede, ir corriendo al lugar donde surge la noticia y contarlo. He sido redactora de calle o reportera, cualquiera que está en la calle, para mí, es reportero. Estamos pendientes de las agencias, de las últimas horas y las noticias que van surgiendo para actualizar toda la información. Hacemos reportajes y directos, todo ello ligado a lo que está pasando. De forma rápida.

-De repente, tu trayectoria se aleja por un tiempo de los informativos y aterrizas en Comando Actualidad, en RTVE, donde los reportajes se acercan más a los documentales y tú te empiezas a moldear como reportera callejera… ¿En qué momento de tu vida y de qué forma se produce ese cambio?
Pues se produce en el mejor momento, estaba en Granada para informativos Telecinco, cuando la directora de Comando Actualidad me llama para ofrecerme incorporarme al programa. Me gustaba la calle, contar historias y la aventura y poder hacerlo durante casi 20 minutos era un auténtico regalo. Crecí viendo a los reporteros de Madrid Directo y siempre quise ser como ellos. Y allí estaba la oportunidad de poder hacer un formato precioso y lo hicimos.

-¿Por qué elegiste el periodismo callejero?
Porque en la calle estan las auténticas historias, lo que hay que contar y denunciar está fuera, nunca lo he encontrado dentro de una redacción. La calle te va haciendo a ti el reportaje, no al revés.

-¿Qué debe definir a un reportero?
Jajajaja esta pregunta la he leído muchas veces y nunca me gustan las repuestas, porque creo que cada reportero se define a sí mismo. No hay una única forma que sea válida para ser reportero, hay tantas como periodistas. El factor común es el compromiso con el periodismo, siempre he tenido compañeros reporteros con una sensibilidad especial, y una gran habilidad para pasar de un entorno a otro, mezclarse y conseguir buenas historias. El reportero de calle es un animal de asfalto y eso se nota!

-“Cambio de sexo”, “Llegar a fin de mes”, “Busco trabajo”, “Los ricos también lloran”, son algunos de los reportajes en los que trabajaste en Comando Actualidad. ¿Cómo era el día a día de tu trabajo en RTVE?
Teníamos una reunión donde se hacía la propuesta de tema, y una vez se tenía se le iba dando forma: producíamos el reportaje, buscábamos las historias, se hacía un esquema de cómo se iba a engranar el reportaje y ya al final era cuando se hacía la grabación. El proceso acaba con el minutado de las imagenes y el montaje con un realizador.

-¿Fue un puente, Comando Actualidad, para llegar a Callejeros?
Sin duda, fue un puente y fue gracias a Comando Actualidad que aprendí a moverme en la calle y sin eso no habría podido ir a Callejeros. Son dos programas a los que les tengo un enorme cariño y los recuerdo como dos de las etapas profesionales más importantes de mi vida. Son dos equipazos de gente y dos referentes en la televisión.

-¿Qué diferencias había entre ambos programas?
Son diferentes. Comando Actualidad se centra en temas sociales muy pegados a la actualidad, como ya dice su nombre, un programa donde el reportero es protagonista y aparece en cámara dirigiendo el reportaje y Callejeros también es un programa de denuncia social, muy cañero, donde acabas metiéndote hasta el fondo en los temas y donde no hay más que una voz que pregunta. El protagonista es siempre el entrevistado. De cualquier modo y a pesar de las direrencias son dos grandísimos programas.

-¿Podíais proponer, los reporteros, temas o destinos para vuestros propios reportajes?
Sí, siempre el reportero si tiene un buen tema o destino lo puede proponer y se tiene en cuenta, aunque hay que decir que ya hay directores muy buenos, que se encargan de estar todo el día buscando temas que denunciar, destinos llamativos o curiosos y lo hacen muy bien!.

-¿Cuánto tiempo estáis, de media, en el destino?
Pues depende, en un viajeros unos 15 días dependiendo del destino, porque no es igual grabar sólo en una ciudad o recorrer un país. Y para los reportajes también depende del tema, si es un barrio con una semana es más que suficiente, pero si es un tema en el que te tienes que mover por toda España puedes estar mucho más tiempo. Lo bueno es la flexibilidad y que cada reportero marca el tiempo.

-¿Qué es lo más difícil, profesionalmente, de cada reportaje?
Para mí: todo. Porque cada reportaje lo enfoco como si fuera el primero y el último. Lo más complicado es tratar de darle una vuelta de tuerca a los temas, contarlos desde otra perspectiva, sacar punta y ofrecerle al espectador algo distinto, que no conocía.

-¿Cuál ha sido el reportaje más difícil de grabar? 
Los de droga son complicados.

-Y, por el contrario ¿qué es lo más emocionante de cada reportaje?
La gente que conoces. Ellos son los más importante y gracias a ellos podemos hacer nuestro trabajo.

-¿Con cuál de todos tus reportajes te quedarías? 
Es como pedirle a una madre que te diga que a cuál de sus hijos quiere más, jajajaj no me puedo quedar con uno sólo. “Cuestión de centímetros” es un reportaje precioso y al que guardo mucho cariño, “Menú de crisis”, “La ruta de la droga”, “Baja California”… cada reportaje al final es como un parto… y les coges mucho cariño.

-Explícame el momento más sorprendente que hayas vivido en alguno de ellos.
Soprendentes a nivel emocional muchos: Javier un niño con acondroplasia que se sometió a un alargamamiento de piernas y todos los días le daba la vuelta a la tuerca que lo hacía él sólo, es un campeón. Ernesto un biólogo que nos encontramos en Cañada Real, llevaba 30 años enganchado a las drogas y es una de las personas más inteligentes que he conocido. María, Ana… todos mis mejores momentos tienen nombres propios y reales. Ah! Lloré viendo delfines y una ballena a lo lejos en Baja California, me pareció tan salvaje y auténtico ese momento que aún lo recuerdo.

-A rasgos generales, ¿qué es lo que más te atrae del reporterismo?
La calle (lo sé, no paro de repetir esta palabra pero aquí esta el quid de las cuestión) y la denuncia. Dar voz a quienes no la tienen y sacar los colores a quienes deberían evitarlo.

-Para un reportero ¿es difícil compaginar su vida laboral con la personal?
No me ha supuesto un problema!, si bien es cierto que es un trabajo con disponibilidad total, todos los días de la semana, festivos, o no, todo el año. Supongo que cuando tu vida personal va tan entrelazada a la profesional se cruza y no distingues.

-Tras Callejeros y Callejeros Viajeros, vuelves a los informativos como redactora ¿Cómo vives ese cambio?
Una experiencia bonita!. Volver a contar lo que está pasando, a la actualidad, al directo… me gustó mucho.

-Actualmente trabajas en MÁS VALE TARDE, de la Sexta. ¿Cuál es tu función en el programa?
Elaboramos vídeos de actualidad política y social de forma extensa, porque duran mucho más que los del informativo convencional. También tenemos más tiempo para profundizar en cada tema y elaborarlo mucho más. Profundizamos en la información y ofrecemos más claves de la misma. Aquí puedo hacerme un tema político o un suceso y esa polivalencia está bien.

-¿Una meta futura?
Una? Tengo mil! Muchos sueños aún están por cumplirse y espero poder hacerlo. Estoy en ello!

-Y, por último, ¿algún consejo para aquellos periodistas recién graduados que se enfrentan a este duro panorama laboral?
Ni caso a quien os lo ponga todo extremadamente negro… Evidentemente la situación actual es dura, muy dura, pero sigo pensando que la gente buena acaba encontrando su hueco y su lugar. Si tienes un sueño y es éste ¡a por él! Que nadie te diga que no puedes hacer algo porque SÍ puedes. Y nunca doy consejos pero mi máxima en este mundillo siempre ha sido, como decía un maestro, que “las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. ¡Suerte y nos vemos en la calle!

16/06/13
Noemí Carnicero Sans

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