María,
 26 años 
Matrona
Valencia (España) 
Actual residente cerca de Londres, Reino Unido.
Motivo emigración: «me ha resultado IMPOSIBLE trabajar en España. He estado en el paro durante 10 meses, sin trabajar ni un sólo día».  

CHECK-IN Nº 3 


Querida hija,

No sé si serás chico o chica, pero yo te imagino en femenino.  

No sé cuántos años tienes, pero supongo que a partir de 13, que es cuando se supone que se comienza a razonar. Espero que no estés “demasiado” en “la edad del pavo”. Aunque también es probable que cuando te lea esto ya ni siquiera exista esa expresión.   

Sea como sea, hoy 18 de febrero de 2014 te escribo esto porque quiero enseñarte algo que te sirva hoy y el resto de tu vida. No voy a ser yo quien te diga qué pensar, sino que quiero que seas tú mismo o tú misma quien saque sus propias conclusiones.

La cuestión es que llevo varios días dándole vueltas a este tema. También llevo mucho tiempo sin llorar y lo necesito.  

Todo el mundo se alegra por mí, me felicita y me da la enhorabuena:
– “¡Felicidades! ¡Ya tienes trabajo!”
A lo que yo pienso: ¿Se supone que debo alegrarme? ¿Qué debo dar saltos de alegría? Pues lo siento, pero NO.

Lo que siento es que me voy porque me echan. Porque no he tenido la más mínima oportunidad de demostrar lo que valgo en el país donde he nacido. Siento que tanto yo como miles de personas nos vemos obligadas a exiliarnos. ¿Conoces ya esa palabra? Yo a tu edad tampoco la conocía. Según la RAE significa “Expulsar a alguien de un territorio”.  

¿Conoces la cancioncita de “Vuelve, a casa vuelve por navidad”? No creo, así que te lo explico: es la canción que suena de fondo en una famosa marca de turrones. Pues me da a mí que cada año vamos a ser menos las personas que volvamos a casa por Navidad. ¿Por qué? Porque estaremos trabajando lejos de casa, de los nuestros y de todo aquello con lo que hemos crecido. 

No sé dónde estaré viviendo cuando te lea esto, porque dicen que “sabes cuándo te vas, pero no cuándo vuelves”. No sé si tu padre es español, inglés, somalí o si tu padre también soy yo. Mi madre, que es tu abuela, dice: “por favor, que el novio que te eches no hable inglés… que yo ni lo entiendo ni lo hablo” 🙂

En fin, que nos desviamos del tema. He conseguido llorar un poco mientras te escribo esto, pero no lo suficiente, así que voy a seguir.    

Sí, sé que allá donde vaya voy a acabar estando bien. Porque tengo la suerte de ser una persona positiva, luchadora y soñadora. Porque aunque el cambio me da un miedo que te cagas  (¿sigue existiendo esa expresión?), sé que será una gran oportunidad para madurar y crecer tanto profesional como personalmente.  

Es probable que hoy día, mientras te estoy leyendo esto, sea una persona feliz. Así que a mí tampoco me vendrá mal recordar que no siempre fue así. Porque cuando las cosas se ponen difíciles, se valora más esa calma que viene después de la tempestad.  

Llevaba desde mayo en el paro, es decir, unos 10 meses. He estado buscando trabajo incansablemente por toda España. Gastando el dinero que no tengo en viajes para hacer exámenes y entrevistas. Pensando cada noche al acostarme que había sido “otro día más” y con la incertidumbre de no saber cómo iba a evolucionar el asunto ni cuánto iba a durar esa situación. 
Así que hace unos meses empecé con el papeleo para trabajar como Matrona en el Reino Unido y aquí estoy ahora: esperando a que me digan cuándo empiezo. No han dejado de lloverme oportunidades, “igualito” que en España.    

Me ha tocado madurar a pasos de gigante. Verás que los amigos que tienes hoy dejarán de serlo en un futuro no muy lejano. Que lo que creías que era X ahora es Y.  Habrá días en los que ni siquiera sepas quién eres, sobretodo mientras dure tu adolescencia. Es probable que tampoco sepas qué quieres estudiar y yo espero no ser de esas madres que dicen “pero es que eso no tiene futuro”, porque visto lo visto creo firmemente que hay que hacer lo que verdaderamente te gusta. Porque… ¿te imaginas que además de tener que pasar por todo esto que estoy pasando, fuese con una profesión que no me gusta? Entonces apaga y vámonos.  

Aprenderás que quien algo quiere, algo le cuesta. Y que si no te lo haces tú mismo, no lo hará nadie por ti.  Aprenderás, con el tiempo, que TÚ y sólo tú eres la mejor persona del mundo. Aprenderás a quererte, aunque te costará, pero al final sabrás que ha valido la pena todo ese entrenamiento. Aprenderás esas y muchas otras cosas. Y espero que puedas hacerlo en un país en el que sientas que puedes trabajar, vivir y ser feliz sin demasiado esfuerzo… ya sea en España o en Singapur.  

Espero, de verdad, que nunca tengas que pasar por esto. Que nadie ni nada te haga sentir que no te vas, sino que te echan. Que no tengas que despedirme en el aeropuerto con lágrimas en los ojos como yo lo haré con mi madre una y otra vez.  Y espero, por lo tanto, que no sientas la necesidad de, a tus 25 años, ponerte a escribir todo esto delante de la pantalla de un ordenador.  

Te quiero, aún incluso sin conocerte.  

Tu madre, 

María.

7 Comentarios
  • Cenicienta dice:

    Te entiendo tan bien… yo tengo 25 años y llevo 9 meses trabajando en Inglaterra. Y no te voy a engañar, pasarás momentos mucho más duros, pero valdrán la pena, porque eres tu, persiguiendo tu sueño y luchando por él, así que ánimos!

  • Anónimo dice:

    Maria !!! no puedo dejar de correr mis lagrimas mientras te leo . Llevo 13 años llorando en el aeropuerto cada vez que dejo a mis padres y a diferencia de vos a mi me ehcaron de mi país (como bien decis) con una hija de 14 años, María Julia que como vos es matrona. No elegi emigrar y si bien el dolor , la tristeza y extrañar nos acompaña siempre (creo que morire con ese sentimiento) la vida a las mujeres positivas, luchadoras y soñadoras siempre nos devuelve felicidad. Te deseo lo mejor y creeme que _sin conocerla- comparto el dolor de tu madre, porque así como la mia vive la ausencia de su hija y de su nieta, creo que moriria si hoy viera marchar a mi hija. Cuidate mucho. Te abrazo Silvia

  • Más honesta no puede ser la carta, una gran realidad! Aquí valencia las cosas están muy, pero vamos como en el resto de España. Ese es el futuro que nos espera a todos los jóvenes. Un post tremendo! Nos seguimos?

    Un beso desde http://elblogdesaracastello.blogspot.com.es

  • Anónimo dice:

    te entiendo y me siento muy identificado con tu carta, me gusta muchísimo. lo triste es que sólo las personas que estamos fuera sabemos la rabia y la impotencia que se siente al estar así…
    Un arquitecto sevillano que lleva más de un año exhiliado en francia.

  • Ánimo para María y para tod@s los que están en su misma situación!!
    Sois muy valientes!!

  • Anónimo dice:

    Te entiendo perfectamente…y he llorado leyendo el texto… soy fisio y llevo 3 años en francia x la misma razon

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