Gerard López Molina / 25 años / Barcelona / Psicólogo especialista en Coaching deportivo
Motivación para escribir en «Tengo algo que contar»
Expresar en palabras lo que siento
ME VOY
Me entra cagalera.
Sería la frase perfecta para definirme cada vez que pienso que me voy.
Si pienso que estoy escribiendo en un sitio donde la gente lo hace para contar sus historias y que se van por necesidad a buscarse un futuro mejor lejos de aquí, lo que me viene es vergüenza. Miedo y vergüenza. Vergüenza y miedo. Miedo a irme y vergüenza a compartirlo, estoy hecho un auténtico y profundo lío.
Me voy porque creo que necesito culturizarme en la mayor de nuestras asignaturas pendientes; la vida. Porque la vida, no sé si es exactamente como me la han contado. Creo que hay muchas verdades que desconozco, muchos sentimientos que debo experimentar y que sé que aquí no voy ni a poderme imaginar.
Me voy porque necesito una aventura, un reto, un objetivo que perseguir durante no sé cuánto tiempo y no sé con qué personas. Creo que me estoy recluyendo demasiado en mi zona de confort, aún siendo un tipo aventurero y eso creo que no es para mi.
He tenido una buena educación, he ido a buenos colegios, buenas universidades y buenos cursos extra. Me han enseñado lo que está bien y lo que está mal, lo que es normal y lo que no, me han dicho cómo comportarme y en qué momentos hacerlo. Joder, realmente me han enseñado muchas cosas entre mis padres, mis profesores, la televisión, los libros y demás. Podría considerarse que hasta sé un poco de muchas cosas o mucho de pocas, ahora no lo sé.
Aún así, me voy.
Creo que ya lo habréis notado y no sé si lo he dicho con anterioridad: me voy. Me voy porque de todas las cosas que me han enseñado en sociedad hay una única cosa para la que no estoy preparado: el temor a no sentirme realizado si no hago lo que voy a hacer.
Hace años, ya, que le dije a mi madre que algún día acabaría partiendo rumbo a lo desconocido y por ese entonces me tildó de adjetivaciones varias, pero ese día ha llegado. Me voy al mundo, a descubrir qué es lo que se cuece en él, a ver todas las cosas que están sucediendo de las que no me estoy enterando, que no me están explicando.
Cómo psicólogo creo que necesito irme, a descubrir lo impensable, a verme como uno más del mundo y no de mi sociedad. Los que me conocen me dicen que hacer esto es para lo que he crecido toda la vida, aunque yo, lo único que creo y veo es que muchas de las veces me siento incapaz de sentirme completo estando donde estoy, en el momento en el que estoy.
Necesito ver a gente, conocer costumbres nuevas, impregnarme de sabores y olores. Necesito vivir experiencias en las que sepa que sólo por ese momento, todo lo que dejo atrás vale la pena. Busco cosas inmateriales en un mundo gobernado por el dinero, pero creo que lo puedo encontrar.
Necesito ver amaneceres, atardeceres, mojarme con lluvia e impregnarme de sol. Ver sonrisas distintas a las de mi gente, ver lágrimas de gente lejana pero a la vez próxima. Espero encontrarme tantas cosas, tantos lugares, tantas emociones y sensaciones que ahora mismo al pensarlo puede que me colapse. Creo que el trabajo dignifica al ser humano y es por eso que me voy al mundo a buscar cualquier cosa para poder vivir ya no del dinero, sino de la experiencia.
Me voy a un país del tercer mundo. Porque si realmente existe un Dios y se pone por las noches la televisión, no creo que su mundo sea el Barça, el Madrid, el independentismo, la amargura de la gente que no llega a final de mes, trabajos precarios en países que se consideran desarrollados entre otras muchas cosas.
Estoy harto de todo lo bueno que hay aquí, y de todo lo malo también. Quiero ver otras cosas buenas y sentir qué otras cosas malas hay en un lugar distinto al mío. Ver realidades y día a día de otras personas, mezclarme, relacionarme y vivir otro tipo de vida por un tiempo, o por toda una vida.
Me voy, lo vuelvo a repetir, y lo hago porque quiero.
Es por esto que cuando pienso en lo que voy a hacer, me cago de miedo. Porque me voy a un lugar desconocido y dejo todo lo que quiero en un segundo plano. Tengo miedo por si las cosas no salen bien, por si no me adapto, por si me pasa algo. Tengo miedo porque toda mi educación ha ido dirigida a ser una persona de la sociedad en la que vivo, no un viajero del mundo en busca de una experiencia que no sabe ni si existe.
¿Si estoy huyendo de algo? Puede que haya algún elemento que me haga plantearme esta situación: la situación.
Hay una frase que siempre me ha gustado, y creo que resume muy bien lo que soy, lo que voy a hacer y lo que me espera.
«Lo que dejamos atrás y lo que tenemos por delante no son nada comparado con lo que llevamos dentro.» Ralph Waldo Emerson
Gerard. Allà on vagis espero que puguis enriquir la teva ànima. recorda un màxima d'una persona que va lluitar fins el final: "PIT I COLLONS".
Sort
toni Gallart
Muchísima suerte Gerard!!! Somos muchos los que nos sentimos identificados con tus palabras, los que nos dejamos llevar por el día a día, por la rutina, viendo que no encajamos donde estamos y que no nos atrevemos a dejar todo de una. Pero tú lo vas a hacer, así que felicidades!! Tengo la misma sensación que tú, que tengo que hacer algún día eso en mi vida, sin tiempo y sin ruta. Yo he tenido la fortuna de poder hacerlo en alguna ocasión, poquito tiempo para mi gusto y de nuevo en la rutina, así que lo que tengo ganas es de zarpar nuevamente. Te deseo lo mejor y si tienes un blog o algún lugar donde seguir tus andanzas, compártelo para poder saber cómo te va y vivir la experiencia contigo. Un abrazo!!! 🙂
Esa sensación de miedo, de una centrifugadora en el estómago…. es sin duda lo mejor!!!! Te vuelves adicto!!! Disfruta mucho todo lo que vivas 🙂