Puede que si vuelves a abrazarme,
Desafíes a todas aquellas lágrimas con las que te he llorado.
Puede que todo este tiempo deje de servir,
Porque a poco centímetros de ti
Es a aquellos en los que todas mis fortalezas se vienen abajo.
A pocos segundos de la promesa que rompimos,
De aquel beso de tu boca,
De aquella forma de decirnos que aunque así no,
Sí.
Que los recuerdos siguen alimentando este deseo,
La pena de nuestro «no pudo ser»,
La nostalgia de todo lo que fuimos.
Porque eras aquella nube sin forma,
Aquel mar sin olas,
Y aquella casa sin cimientos con la que mi amor, desde que aprendí a suspirar por ti, se tambaleaba.
Como se tambalea aquello que quiero pero no puede ser,
Como se tambalea el que lo intenta sin estar preparado.
Pero te sueño.
Sigues despertándome todas las madrugadas.
Sigues dibujando el punto de todos mis interrogantes.
Sigues acelerando todos mis jadeos.
Porque sigues siendo tú,
Porque sigue tratándose de ti.
El que desterró del diccionario un «ojalá» para enclavar su nombre.
El que retó a los sueños a seguir apareciendo bajo la misma definición.
El mismo que, bajo el desafío de un suspiro incontrolado, me hizo desear una vida entera a su lado.
Un deseo tan fugaz como aquella lágrima de San Lorenzo.
La misma a la que te pedí.
Parecida a la que lloré.
Noemí Carnicero Sans
Muchas gracias!!!
es Divino el blog y cada publicacion!!!
Soy fans de este blog, siempre lo leo!
Felicitaciones!!!
abrazo