Serás siempre un poco mío.

Como los besos que des a otras cuando lleven un poco de lo que aprendiste en mis labios. Como cuando en la cama sus gemidos no se parezcan a los míos y, entonces, te acuerdes de mí.

Serás siempre un poco mío cada vez que abraces a otra y tus latidos sigan golpeándote los recuerdos al mismo ritmo. A aquel ni que se inmuta cuando una caricia no sabe traspasar más que la piel.

Seguirás siendo mío cuando un olor te devuelva mi imagen, cuando lo que te quedó pendiente conmigo sea lo primero que hagas con ella. Cuando la complicidad que no sientes en sus miradas te remueva el remordimiento por estar acordándote de mí.

Y es que yo.
Yo fui la causa, la consecuencia y la solución.

La misma que te quiso a rabiar y la que se acuerda de ti. La que te busca en los sueños que revuelven un pasado al que solo se le da al Play cuando sabe que estoy en Standby.

Porque desde ahí es desde donde suceden las cosas.
Desde el fondo.

Desde el fondo del alma,
De los recuerdos,
Y del corazón.



Noemí Carnicero Sans.



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